Después de 13 años de resistencia donde se violentaban derechos, democráticos, sindicales, laborales, contractuales, de seguridad y salud en el trabajo, como consecuencia de políticas burocráticas, parasitarias de complacientes dirigentes sindicales y funcionarios corruptos adecos-copeyanos de las inspectoría del trabajo, que imponían las directrices del sindicato cetevista junto a la empresa MMC Automotriz (Mitsubishi) toda estas aberraciones estuvieron acompañadas de los acontecimientos políticos ocurridos en el país durante el golpe de estado en 2002 y el paro fascista impulsado por la oposición contra el gobierno revolucionario, donde la trasnacional Mitsubishi asumió un papel golpista y contrarrevolucionario paralizando la fabrica y sumándose al grupo de grandes empresas que conspiraron para derrocar al presidente Hugo Chávez.
Los trabajadores en el año 2003 se organizan y logran crear el Sindicato Nueva Generación (SINGETRAM), el cual desplaza a la vieja estructura sindical, tomando los trabajadores los lineamientos para entonces del comandante Hugo Chávez Fría y de la ministra María Cristina Iglesia de defender la estabilidad y derechos laborales, los trabajadores lograron vencer el miedo y terrorismo laboral de los mercenarios de la empresa y dirigencia sindical pro patronal, que existía de forma vitalicia sin dar ningún tipo de participación democrática a los trabajadores.
Es a partir de ese momento que comienza una fuerte lucha, impulsando la participación de los trabajadores bajo tres consignas básicas formación, organización y movilización desde las bases que les enseñaría a tener el control real de su sindicato en la construcción de una herramienta legitima de la clase obrera, que ayudara al proceso revolucionario, creando así un sindicato de nuevo tipo, ejemplo a seguir por organizaciones sindicales en diferentes regiones del país. Para el patrono de Mitsubishi el despertar de la clase obrera dentro de la fábrica fue un duro golpe a sus pretensiones anti obreras, esclavistas y explotadoras.
Trascurridos siete años desde el nacimiento de SINGETRAM los trabajadores de esta empresa han logrado mediante sus luchas y discusiones en las diferentes convenciones colectivas una serie de reindivicaciones favorables para el bienestar social de los trabajadores y sus familias, pero lo más importante a sido saber y tener conciencia de lo que luchan y contra quien. Logrando en el año 2007 la mejor convención colectiva del estado Anzoátegui y por primera vez un benéfico para las niños pobres de las comunidades.
Al inicio del año 2009 esta trasnacional explotadora a querido renacer sus prácticas fascistas y de naturaleza capitalistas, pactó con funcionarios burócratas y corruptos que aún existen dentro de la instituciones del estado y alrededor del gobierno al mejor estilo adeco copeyano, para arremeter brutalmente en contra de la lucha de la clase obrera organizada en Mitsubishi. Trascurridos diecisiete meses de resistencia desde la brutal arremetida por parte de la gerencia fascista de Mitsubishi y el estado a través la policía del estado Anzoátegui el 29 de enero de 2009. En la actualidad los mismos actores satanizan y criminalizan nuestra lucha, y conjuntamente se llevan a cabo calificaciones de despido injustificadas e ilegales violando las leyes y la inamovilidad laboral, mediante procedimientos viciados. Todo esto con el consentimiento de la ministra del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social María Cristina Iglesia.
El sindicato de nuevo tipo es un proyecto donde el protagonista es el trabajador de base, eliminado el caudillismo y la representatividad burócrata, promoviendo el control obrero en su sindicato, la educación ideológica y profesional, el debate libre, la interacción, el saber que producimos, para que lo producimos y porque lo producimos, y con esto impulsar las políticas revolucionarias del presidente Chávez contra el capitalismo, la neoliberacion y el imperialismo. Este proyecto de sindicato ha creado en los burócratas, reformistas y empresarios una intranquilidad porque golpea sus intereses. En la actualidad muchos se preguntan, ¿Por qué la burocracia política y la trasnacional Mitsubishi atacan al Sindicato Nueva Generación de los trabajadores de Mitsubishi?. ¿Por qué tanta corrupción en las instituciones del estado para lograr el despido de los trabajadores vanguardia en Mitsubishi?.
Durante el conflicto de los trabajadores de Mitsubishi y esta trasnacional, han desfilado un gran número de funcionarios y personalidades que han asumido una conducta patronal, del mejor estilo adeco copeyano, satanizando, mintiendo y criminalizando nuestra lucha. Tales como: Aristóbulo Isturiz, vicepresidente del PSUV región oriental; Tarek Williams Saab, gobernador del estado Anzoátegui; Rafael Vega, Secretario de Gobierno del estado Anzoátegui, Ángel Rodríguez, ex ministro de energía(Dirigente de la FBT); Oswaldo Vera, diputado de la asamblea nacional (Dirigente de la FBT); Franklyn Rondón, candidato a diputado AN (exdirigente de copey, Dirigente de FBT); Nelson Pereira, director de redes sociales del despacho de la presidencia de la república; Jesse Chacón, ex ministro de ciencias, tecnología e industrias intermedias; María Cristina Iglesia, ministra del Trabajo y la seguridad social; Ramón Huiza, director de relaciones laborales del ministerio del trabajo y la seguridad social; Elio Almeida, director de mediación, conciliación y arbitraje del ministerio del trabajo y la seguridad social; Argelia Torres, coordinadora nororiental del ministerio del trabajo y la seguridad social; Carlos Itriago, presidente de frente socialista del estado Anzoátegui (Dirigente de la FBT, ex militante de acción democrática y dirigente de la CTV).
La verdad es que los trabajadores hemos sido capaces de quitarle la mascara roja a estos Adecos copeyanos que buscan destruir y aprovecharse de la revolución, disfrazando sus practica antiobrera y antibolivariana con el discurso revolucionario, en el caso de la trasnacional Mitsubishi hemos desmantelado su modus operandi, de manipulación al gobierno para conseguir mayores beneficios y acaparar partes de vehículos comprados con dólares preferenciales y producir a destiempo para especular con los precios, sumándoles la sobre explotación de la masa trabajadora.
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